lunes, 12 de noviembre de 2007

Para La Reflexión

La Coalición Cívica desplazó a la UCR y es la segunda fuerza en Diputados
Tendrá una banca más que la UCR. Es la primera vez desde 1946 que el radicalismo no es primera oposición de un gobierno peronista. El oficialismo, en tanto, supera holgadamente el número necesario para el quórum.
Por: Armando Vidal

Si los cambios fueron terminando paulatinamente con el histórico bipartidismo PJ-UCR, desde el domingo se registra la mayor innovación en este proceso al perder la bancada radical su condición de principal fuerza opositora en la Cámara de Diputados. Ese era su rasgo desde 1946, o sea desde el primer gobierno de Juan D. Perón.Ese lugar lo ocupará ahora la Coalición Cívica-ARI que tras la elección obtuvo una representación de 31 miembros, uno más que lo quedó del bloque radical.Ayer lo adelantó el diputado Adrián Pérez, cabeza de lista en la boleta bonaerense, a quien secundó Eduardo Macaluse, actual presidente de la bancada arista. Pérez —probable conductor del bloque— estimó en 35 los futuros diputados del sector, cuatro más de los que surgen hasta de los cálculos que aquí se hacen.Así, la creciente fuerza del oficialismo —se acercó a los 160 diputados entre kirchneristas y aliados— se contrapone con la irrupción en ese estratégico escenario de la Coalición en directa armonía con lo que declaró ayer Elisa Carrió ("soy la líder de la oposición").Este es el cuadro cuadro —sujeto a cambios y ajustes en los días que median— que se prevé a partir del 10 de diciembre cuando comiencen a actuar junto con los 127 diputados que tienen mandato hasta el 2009 los 130 elegidos ahora que llegarán hasta a las presidenciales y legislativas de dentro de cuatro años. Esta es la Cámara que acompañará la gestión de la presidenta electa Cristina Kirchner. Y es también la Cámara en la que deberá abrir la oposición su propio camino.Estas dos referencias que expande al kircherismo por un lado y lo contiene por otro pero con otros actores —la novedosa composición que armó Elisa Carrió— son las primeras señales de recomposición política.No todo —tampoco los números— son de naturaleza pétrea. La Coalición cosechó 23 diputados, después de haber puesto en juego 6, con lo cual ganó la diferencia que sumada a los 14 con mandato hasta dentro de dos años, totaliza 31 legisladores.No será un bloque sino un interbloque porque hay socialistas y tres radicales "margaritos", llegados en la lista de la provincia de Buenos Aires que encabezó Margarita Stolbizer y logró un destacado segundo puesto.En la brega, los radicales orgánicos perdieron a su jefe de bloque, el rionegrino Fernando Chironi, quien no logró retener su banca. Muchos descartan que su sucesor provendrá del distrito de Córdoba, donde el partido de Alem, en alianza con el lavagnismo, derrotó a la fórmula que encabezaba Cristina Kirchner. La pretensión o ilusión, según se prefiera, de devolver al viejo tronco las ramas "K", abren también inminentes conversaciones. Tarea difícil inspirada en la necesidad de mantener un bloque independiente de las fuerzas emergentes como la Coalición. Y más si se toma en cuenta la estrecha relación de Carrió con Mario Negri, el conductor del partido radical en Córdoba, a quien la chaqueña brindó su apoyo en las recientes elecciones a gobernador en las que triunfó el delasotista Juan Schiaretti.Pero la Coalición tiene sus propios dilemas ya que la estrategia de conformación de la nueva fuerza que realizó Carrió después de que renunció al ARI y a su banca generó reacciones públicas y directas de dos diputados aristas como Carlos Raimundi y María América González. Se prevén conciliábulos con discusiones francas para poner las cosas en su lugar. Quizás dos de esos lugares sean junto con Claudio Lozano (Proyecto Sur), que el domingo conservó su banca.En el oficialismo, por ahora no hay mayor esfuerzo que contar las bancas, lo cual pone al bloque que conduce el santafecino Agustín Rossi al frente de 136 diputados kirchneristas "puros", en tanto que habrá variantes propias para los 24 aliados, entre los cuales hay radicales como Silvia Vázquez y Daniel Katz.También está el socialista kirchnerista Jorge Rivas, la debilidad del recordado diputado Alfredo Bravo, en tiempos en que peleaban contra el menemismo. Y que poco después abrían su bloque a una desamparada radical, virtualmente expulsada de su bancada en los tramos iniciales del gobierno de Fernando de la Rúa. Era Lilita Carrió, luego cofundadora del ARI con Bravo y, desde ahora, la máxima referente de la oposición. Todo tan rápido que la elección de junio que consagró a Mauricio Macri como jefe de la ciudad autónoma de Buenos Aires parece una referencia demasiado lejana.