sábado, 31 de octubre de 2009

Las deudas de la gestión anterior





Por Raúl Lamberto * Publicado en Rosario 12 31-10-09
Desde el comienzo de la gestión del gobernador Hermes Binner algunos legisladores justicialistas hablan de un "crecimiento desmesurado" del gasto público por parte de la actual administración, así como también de los "cuantiosos recursos" que dejó "en caja" el gobierno anterior encabezado por Jorge Obeid. Sin embargo, el análisis es deliberadamente parcial y oculta la realidad.

Por caso, la diputada provincial Silvina Frana se refirió recientemente al saldo positivo de las cuentas públicas al 10 de diciembre de 2007. Sin embargo, nada dijo de las deudas generadas por las gestiones justicialistas y transferidas a las nuevas autoridades. Así es como asegura que para entonces "había en caja 1.600 millones de pesos" de los que, reconoce, sólo "450 eran de libre disponibilidad". Omite decir que el ex gobernador Obeid no había pagado el aguinaldo (300 millones de pesos), o que el Fondo Anticíclico formaba parte de aquel monto y que parte del mismo se utilizó para atender emergencias (como la sequía).

La ex funcionaria de Obeid sabe que esa fotografía de la "caja" no es más que un dato del momento que nada dice. De hecho, al cierre del mes de setiembre de 2009, pese a la crisis, la cifra en "caja" es de 1.200 millones de pesos.

De eso no se habla. Dada la herencia recibida de la administración de Obeid, la situación fiscal de la provincia en 2007 ya hacía prever serias restricciones para los ejercicios futuros. Ejemplos:

1) Los acuerdos paritarios de abril de 2007 sinceraron la situación financiera de la provincia "comenzó a pagarse en blanco lo que durante años se pagó en negro", transfiriendo el costo (900 millones de pesos) al ejercicio 2008, es decir, a la gestión de Binner.

2) Este gobierno corrigió el retraso salarial existente a pesar de que el presupuesto formulado por Obeid para 2008 no preveía aumentos. Esto costó 2.400 millones de pesos para los años 2008 y 2009.

3) Se restableció la integridad de la masa coparticipable del Régimen Federal de Coparticipación de Impuestos a Municipios y Comunas, asumiendo la provincia las sumas detraídas por la ley de financiamiento educativo y la del régimen de coparticipación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, reducido unilateralmente por los gobiernos anteriores en un 10 por ciento. En el período 2008/2009 esto significó a la provincia un incremento del gasto de 190 millones de pesos.

4) Hubo que financiar Aguas Santafesinas SA y la Empresa Provincial de la Energía, sumando 420 millones en dos años.

5) Se adoptaron medidas de emergencia ante la alarmante situación de la educación, la salud pública y las fuerzas de seguridad, destinándose 51 millones de pesos para el arreglo de escuelas y otros 51 millones para equipamiento de la policía. Y se incorporaron en 2008, 2.000 agentes policiales y 450 agentes para el servicio penitenciario.

6) Hubo que afrontar los compromisos para obras contraídos por Obeid en el último mes de su gobierno por 575 millones de pesos de los cuales sólo estaban presupuestados 260.

7) Hubo que afrontar parte del endeudamiento contraído para capitalizar el Banco Provincia de Santa Fe, que luego fue privatizado por Obeid. Dicha capitalización representó un gasto de 53 millones de pesos en 2009.

8) Se pagó el préstamo del Banco Mundial, contraído en agosto de 2001 para llevar adelante una reforma del Estado, lo que importó en 2009 una erogación de 41 millones de pesos.

9) Hubo que afrontar la implementación de la educación secundaria obligatoria, decidida por Obeid, que no la implementó ni la presupuestó, lo cual significó 101 millones de pesos para el período 2008/2009.

En síntesis, hablar de "caja" sin mencionar los compromisos sobrevinientes es una verdad a medias, o directamente una falta a la verdad. Lo cierto es que la actual administración tuvo y tiene que hacer frente a esta situación heredada con un enorme costo fiscal, que supera los 5.000 millones de pesos.

* Presidente del Bloque de Diputados del Frente Progresista.

domingo, 18 de octubre de 2009

Hacia Un Pacto para la Rorganización Nacional


Estimados amigos me gustó nucho esta iniciativa y quiero compartirla con uds.

Por Rodolfo Terragno. Diario Clarín. 18-10-2009
No hay por qué buscar inspiración en historias ajenas. Para organizar la Argentina de esta centuria, basta con invocar el espíritu de los "pactos preexistentes": aquellos que, en el siglo XIX, permitieron instaurar la Nación. Se alcanzaron a despecho de enfrentamientos que hacían inverosímil la unidad.Entre 1828 y 1860 el país fue una hoguera; y algunos acuerdos -firmados cuando amainaba el fuego- parecían insuficientes para evitar que la Argentina se convirtiese en tierra baldía. Hubo, por lo tanto, epidemias de escepticismo.

La muerte, "inusitada, bárbara", se acercó al catre de Dorrego para "despenarlo". Después, el duro hierro "rajó el pecho" de Laprida y el "íntimo cuchillo" se clavó en su garganta. Años más tarde, Quiroga iría "en coche al muere". El plasma de figuras ilustres regó las tierras del país. Aun lograda la organización nacional, la cabeza del Chacho Peñaloza aparecería una mañana en la plaza de Olta, ensartada en una lanza. Y el cuerpo de Urquiza sería atravesado, una noche, en el Palacio San José, por un tiro e infinitas puñaladas.El odio parecía eterno; y la sangre derramada, no negociable. Sin embargo, al fin se dio el milagro: hubo avenencia y se arraigó esa Nación en la que muchos descreían. El otro milagro fue la integridad territorial. Hubo, primero, tres "países". El de Quiroga comprendía Cuyo y el noroeste. El de López, Córdoba y el Litoral. El de Rosas, sólo Buenos Aires. Luego fueron dos. Paz tenía uno, que abarcaba nueve provincias del interior. Rosas el otro, formado por Buenos Aires y el Litoral.


Por fin hubo un país único: el de Rosas, que llevaba en sí mismo -como Agripina en el vientre- la causa de su ulterior destrucción.Después de Caseros, los vencedores fueron, ellos mismos, incapaces de concordar. Mitre -como antes lo había hecho Rosas- se negó a soltar la Aduana. Con la Confederación Argentina por un lado, y el Estado de Buenos Ayres por el otro, la secesión parecía irreversible. Cepeda y Pavón facilitaron la unidad, que no la paz. Hasta 1880 la Provincia se negaría a entregar la ciudad fundada por don Pedro de Mendoza. Cuando Avellaneda "federalizó" Buenos Aires, Tejedor se alzó en armas y la capital fue trasladada al (entonces) pueblo de Belgrano. Roca reprimió a los insurgentes y la sangre regó Puente Alsina, Barracas y los Corrales.

Contra todo presagio, la voluntad de construir una Nación fue sobreponiéndose a los retobes y las pendencias. Se equivocaba Miguel Cané cuando decía: "No hay unión ni nacionalidad posible".El Pacto Federal de 1831 había sido la "Constitución Rosista". Después de Caseros, en medio de arrebatos vindicativos y maldiciones ("Ni el polvo de tus huesos la América tendrá") cabía suponer que la Argentina de Urquiza abrogaría toda norma heredada. Sin embargo, el Acuerdo de San Nicolás proclamó en su primer artículo que el Pacto Federal -"Ley Fundamental de la República"- sería "religiosamente observado en todas sus cláusulas".
Hoy, muchos preguntan: "¿Cómo hacer para que -entre tantas discordancias, ambiciones cruzadas y vanidades descomedidas- los políticos celebren y honren acuerdos de largo plazo?" Las disonancias del presente son tenues, comparadas con las que debieron superar nuestros antecesores.

En los últimos años, además, los políticos sintieron la impaciencia de los gobernados. Una impaciencia que por momentos se hizo estridente y llegó a la cólera. Eso les ha hecho comprender, a muchos, la necesidad de mudar comportamientos.
Un dirigente peronista me dijo: "La gente cree, con razón, que el radicalismo no sabe gobernar y el peronismo no deja gobernar. Debemos prepararnos, unos y otros, para demostrar lo contrario. Si no, la democracia argentina no tiene destino". En mi opinión, la democracia requiere, además, "acuerdos mínimos" que no pueden limitarse a peronistas y radicales. La acogida que tuvo mi Plan 10/16 me hace creer en la viabilidad de tales acuerdos. Mi plan es "el qué y el cómo" de una estrategia tendiente al desarrollo económico y social. Como preludio, requiere un "pacto preexistente". Un Pacto Argentino, breve pero crucial. Los compromisos principales podrán ser estos:

1. Gobernabilidad. En lo sucesivo, la mayoría aceptará que el número no otorga derechos absolutos. La oposición, por su parte, se abstendrá de obstruir en forma maliciosa.

2. Rigor institucional. Se respetarán con celo la división de poderes y la independencia de la justicia. Los derechos y garantías constitucionales tendrán plena vigencia.

3. Estabilidad jurídica. El Estado argentino no modificará unilateralmente, bajo ninguna circunstancia, las relaciones contractuales.

4. Desarrollo productivo. Se premiará la inversión en actividades industriales y agropecuarias.

5. Superación de la miseria. El rescate de la población bajo la línea de indigencia o pobreza será prioridad N° 1 de la política social.
Eso bastará para inaugurar un período sin antecedentes en la historia contemporánea de la Argentina. Cuantas más cláusulas se agreguen, habrá más vaguedad en el texto o menos firmas al pie. El pacto debe ser lo más preciso y representativo posible. Se lo deberá rodear, por otra parte, de una solemnidad que haga difícil su incumplimiento.

Quizás el lugar de la firma debería ser San Nicolás, donde persiste la Casa del Acuerdo. O Santa Fe, aunque ya no esté el viejo Cabildo, sede de la Constituyente de 1853. O Tucumán, que mantiene la reconstruida Casa Histórica.
Esto probará así que el pacto -lejos de ser un trato electoral o una coincidencia fugaz- es la base de la reorganización nacional

martes, 13 de octubre de 2009

Radicales...


Mística, eslo que había en el ambiente de la sala Luz y Fuerza de Rosario el pasado fin de semana,ver cantar juntos a los ex gobernadores Iglesias, (Mendoza)Rozas(Chaco) al gobernador electo de Corrientes, Ricardo Colombi mas los senadores Gerardo Morales, Ernesto Sanz decenas de diputados radicales,centenares de miembros de la JR y la Franja,El intendente de Santa Fe Mario Barletta, decenas de intendentes y presidentes comunales de la provincia, viejos radicales de Rosario, muchas boinas blancas,la marcha y las lágrimas cuando recordamos a Raul Alfonsín o al viejo Illía y a tantos otros.La alegría de saber que el partido esta vivo y con futuro, que los jóvenes siguen siendo muchos y que hay mucha energía e ideas. Vibrante fue el discurso de Ricardo Alfonsín, vibrante y emotivo, cuanto tiene de Raúl!! y que bien le haría a los radicales y a la Argentina que su discurso de centro izquierda abreve en la sociedad.Creo que no está lejano para el País otro Alfonsín en el horizonte. Adelante los que siguen......