lunes, 6 de julio de 2009

Analisis de "Pini Elías" del 28-J


Como conclusión de las elecciones del 28 de junio en el orden nacional, ademas de la derrota contundente de Kirchner y de la llamativa supervivencia de los votos peronistas, especialmente en el caso de la provincia de Buenos Aires, es posible hacer, por lo menos dos lecturas muy generales: una que sostiene que los liderazgos confrontativos tipo Kirchner/ Carrió, han llegado a su fin y otra que sostiene que el sorprendente triunfo de De Narváez, el mas módico de Macri y el muy ajustado de Reutemann , constituyen un avance de las derechas.
En relación a esta última mirada, y como un fénomeno diferente, podríamos rescatar el voto del Frente Progresista en Santa Fe, del radicalismo en gran parte de la geografía del país y hasta los resultados obtenidos por Sabatella o Pino Solanas, aunque en este último muy teñido de coyuntura y de labilidad.
Además, en esta elección se han puesto en juego, como pocas veces, recursos estatales y fortunas personales. Esto según un interesante articulo de María Matilde Ollier aparecido en Escenarios Alternativos, se presenta junto a una ostensible debilidad de los partidos, la escaséz de liderazgos de calidad y de propuestas electorales basadas en ideas.
Esta observación, muy válida para el caso nacional, bien vale para contraponerla con el caso de las elecciones en la provincia de Santa Fe. Acá el liderazgo de Binner se sustenta en su experiencia de gestión en la intendencia de Rosario, en su ininterrumpida militancia en el Partido Socialista y en su perseverancia en fomentar la construcción de una fuerza política de carácter frentista que primero afiance la mayoría en la ciudad y luego esté en condiciones de ganar en la provincia, como finalmente ocurrió en las elecciones de septiembre de 2007.
El gobierno provincial que asumió en diciembre de ese año, caracterizado por la honestidad y la transparencia, esta empeñado en la mas importante reforma política que se haya intentado en una provincia argentina, basada en la modernización institucional, la descentralización, la planificación estratégica participativa, acompañada con acciones de ataque a la pobreza y la ejecución de obras que atienden esencialmente a la provisión de agua, la atención de la salud y la educación públicas.
En Santa fe en menos de 2 años se hizo mas que en 25 años de justicialismo, y sin embargo los objetivos centrales del gobierno, por su carácter estructural, si bien registran importantes grados de avance, todavía no se perciben en la vida cotidiana de los santafesinos. Vale un ejemplo, la descentralización a través de la conformación de regiones, que determinaron sus propios proyectos principales en un proceso de asambleas ciudadanas, significará un cambio notable en el ejercicio de las cuestiones de la administración pública y en poco tiempo comenzará a funcionar a pleno.
Pero el otro dato importante , es que sobre el inicio de una gestión innovadora, a menos de dos años de ejercicio de gobierno se testeó la solidéz del Frente Progresista, que se encontró con el desafío de enfrentar en la elección de Senador a una figura como Reutemann, dos veces gobernador, dos veces Senador, con un conocimiento público mucho mayor que el de Giustiniani, además de candidato del establishment y de participar de la elección con la expectativa de ser el futuro candidato a presidente del peronismo.
La elección, que comenzó con el candidato del Frente Progresista muy abajo en las encuestas, se revirtó cuando se involucró en la campaña Hermes Binner, cuando aparecieron las propuestas de Giustiniani ( en contraposición al mutismo de Reutemann que solo se esforzó en aparecer distanciado de Kirchner ), y cuando se evidenció la tarea de una militancia organizada y perseverante.
El Frente Progresista , que es mucho mas que la suma del PS, la UCR, el Ari, la democracia progresista y otras organizaciones políticas y sociales , sorteó la prueba aún mostrando las tensiones y los desajustes lógicos que supone el trabajo conjunto de culturas y prácticas políticas diversas. En lo que aparece como una excepción al rasgo generico que Ollier descubre en su artículo en el proceso electoral nacional: acá hubo liderazgo, candidato con propuestas y una organización política en consolidación que queda bien parada para las proximas contiendas electorales y para la acción política cotidiana.
Por estas razones es que nos parece que luego de esta elección en santa Fe se ha consolidado el Frente Progresista, Hermes Binner ha reforzado su proyección nacional y a la vez ha conseguido el objetivo de defender su gobierno, que seguramente será plesbicitado en las elecciones provinciales del 27 de setiembre y se encuentra con un camino mas abierto para aportar a una alternativa nacional de centro izquierda luego del declive en que parece haber ingresado Elisa Carrió.

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