Despues de transcurridos los últimos 20 años, hemos descubierto en la Argentina como nos arrebataban la ilusiones de crecimiento, gobierno tras gobierno. Acaso no notabamos que viviamos en un modelo democrático que hacía eje en la figura paternal y hegemónica del gobierno y los líderes de turno. En los 90 en Argentina sufrimos la lejanía de la participación de la sociedad en las decisiones que tomaba el poder central y los gobiernos locales sumisos a la política neoliberal que bajaba desde la cúpula del estado. Mencionar al menemismo ,al interregno De la Rua, y al populimo nacionalista kirchtnerista, nos lleva a descubrir el nombre que algunos autores de la teoría política denominan “Democracia delegativa”. En esta, la sociedad delega se olvida del gobierno y sus formas, prima el beneficio y el bienestar económico sin importar como se accede a esto o de que forma las políticas públicas pueden generar el bienestar económico hipotecando el futuro de las generaciones venideras. En este modelo de democracia, los gobiernos imponen sus decisiones a los otros actores extragubernamentales en el proceso de generación de las políticas públicas. Son gobiernos orientados a imponer autoritariamente. Congruente con esto hay que afirmar que la orientación y disposición de las instituciones influyen fuertemente en las opciones políticas que ejercen las elites gobernantes. El modelo presidencialista argentino mas la inequitativa distribución de la representatividad en las legislaturas y las históricas reglas y prácticas constitucionales (voto automático de los diputados y senadores)forma un conjunto de recursos de poder que inclinan el equilibrio del proceso de decisión a favor del jefe de gobierno transformado también en jefe del estado. En esta etapa es cuando percibimos que presidentes y lideres de gobierno en la Argentina, tiendan a un comportamiento de hegemonismo político colocando la legitimidad de sus decisiones por sobre las aspiraciones de los partidos políticos y de los grupos de interés y de la sociedad civil. La cruda realidad que nos mostró la etapa post-menemista y la segura presunción de que la actual política de los Kirchner nos acarreará numerosas consecuencias a futuro,nos realza la importancia de buscar alternativas de participación y control ciudadano.. Nuestra provincia no ha estado ajena a esta Democracia delegativa , los 25 años de gobierno justicialista dieron muestra de la gestión unipersonal del gobernador de turno, políticas de conveniencia para mantener el poder, ley lemas, inexistentes políticas de control en derechos humanos(diciembre 2001, Inundaciones, privatizaciones,seguridad etc).Frente a esta perspectiva es que comienza a hacerse notable la forma de gestionar el gobierno por parte de Hermes Binner en Santa Fe. Percibimos que comienza a nacer una forma de gobierno distinta y que pone en valor las elecciones y los intereses de la sociedad, la que participa cotidianamente en numerosas acciones de decisión de las políticas públicas. La administración de Binner en la municipalidad de Rosario generó la descentralización de la administración y esta conllevó a la participación de los vecinos en asambleas ciudadanas las que deciden que obras hacer para sus barrios y que políticas priorizar en materia de salud, seguridad , educación y cultura. Hoy el gobierno del Frente Progresista está implementando la generación de de las políticas públicas en cinco nodos de descentralización donde los presidentes comunales intendentes, empresarios, asociaciones intermedias y vecinos de distintas localidades participan en el diseño del Plan Estratégico para sus regiones. El objetivo de estas asambleas ciudadanas es generar consenso entre el Estado y la sociedad civil. La creación de los “comites de salud”, órganos de control de las empresas a favor de la seguridad y los derechos de los trabajadores, ha sido otra muestra de esta manera distinta de hacer democracia, en Santa Fe, hay numerosos proyectos de implementación de organismos y agrupaciones público-privadas que buscarán que los distintos setores de la sociedad civil puedan plantear sus requerimientos en un marco de discusión y entendimiento con quienes lideran la gestión del gobierno provincial. Quiero recordar que la generación de estos emprendimientos tienen su origen también en la gestión municipal del gobernador, la creación de la agencia de desarrollo regional, el polo tecnológico, el Plan Estratégico Rosario, Rosario Activa,Bureau Convention, Fundación de la Ciudad, los grupos empresarios asociativistas acompañados desde lo público, así como la creación de la primer empresa de capitales mixtos de transporte de Rosario, Semtur, reafirman este concepto de la nueva forma de gobernar con la proximidad de la gente y que seguramente será difícil de percibir en los primeros 6 meses de gestión, pero se transformarán con el tiempo en el principal valor que los santafesinos asignarán al gobierno de Hermes Binner a la hora de renovar su voto de confianza con el gobierno. No debe extrañarnos entonces que numerosos intelectuales, pensadores, políticos, protagonistas de la cultura, el arte y lideres de países vecinos avizoren un gran futuro para quienes elegimos la Democracia de Proximidad para generar junto a nuestras sociedades el crecimiento económico y el bienestar para las futuras generaciones.
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